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Yo personalmente me opongo al canon por varios motivos (presunción de culpabilidad del 100% de la población, cobro y administración de tasas por parte de una asociación privada no universal, etc), pero sobre todo por uno; su principal función es perpetuar un modelo desfasado de comercialización de la música.
En la mejor tradición del empresariado rancio, un sector industrial (el que edita y distribuye copias solidas de la música, en concreto en CD) que ve como su modelo de negocio desaparece por la aparición de nuevas tecnologías pretende que sea el gobierno el que le saque las castañas del fuego, en este caso mediante la imposición de impuestos indirectos.
Porque no lo olvidemos, las reivindicaciones las hacen unos pocos voceros habituales, cantantes conocidos, caras famosas... pero a quien se pretende "proteger" es a los editores de copia solida. Y la copia solida es cada vez mas prescindible. El CD va por el camino del vinilo, sin la posibilidad de reconvertirse en articulo de coleccionista como este. Y por muchos llamamientos alarmistas que se quieran hacer, la música gana con esto.
En los últimos 20 años, desde la aparición de los CDs, la calidad media de la copia solida se ha empobrecido tremendamente. De un modelo que hasta comienzos de los 80 primaba los single pasamos a la casi total desaparición de los mismos como ente comercial, sustituidos por el CD del LP. Antes, cada tema musical debía sostenerse por sí mismo, y cuando se editaba un long play el comprador tenia la opción de prescindir de él si no le ofrecía mas que los single ya disponibles. En este modelo de negocio un "one hit wonder" era eso, un solista o grupo que sacaban una canción de éxito (con una cara B seguramente olvidable) y de los que no se volvía a oír hablar...porque no eran capaces de repetir dicho éxito. De esta gente no se solían editar LPs. Un LP tenia que estar lleno de calidad. Los de los Beatles, Brubeck, los Kinks o Elvis estaban tan cuidados a ese nivel que muchas veces ni se incluían las caras B menos afortunadas. Los grupos que producían álbumes sin singles los planteaban como obras completas y con una coherencia propia; Tommy de los Who, Ziggy Stardust de Bowie, La Cara Oculta de la Luna o El Muro de Pink Floyd... Pero llegaron las cintas y los CD.
Ambos formatos resultaban poco rentables para el editor a la hora de editar singles; el precio de la copia solida para ellos era casi el mismo llevase dos canciones o doce, así que ¿por qué no producir directamente un LP y cobrarlo? Así empezaron a abundar los discos con una o dos canciones populares y diez o mas de relleno. Puro relleno, pura bazofia olvidable y olvidada. Ojo, no todos los álbumes, pero si una gran mayoría. Y esto no respondía a un empobrecimiento del nivel musical de los interpretes, sino a un modelo empresarial. Precisamente el que la SGAE quiere perpetuar con su defensa ultramontana de la copia solida en su actual configuración.
¿Que ha ocurrido desde el advenimiento de internet y la posibilidad de distribución digital? No es ya que la gente piratee, que lo hace...es que la gente escucha lo que quiere. No paga por diez canciones de relleno. Por eso el modelo itunes no gusta a los editores; porque el publico vuelve a tener la capacidad de seleccionar tema a tema.
¿Y el artista? Pues una minoría que disfruta de la poltrona que el modelo actual les ofrece gruñe cundo les mueven los cojines. Pero incluso estos, con la boca pequeña, admiten que los márgenes de beneficio que da la copia solida a los artistas son de risa. Incluso los más superventas sacan más dinero en una gira que en un LP, no digamos ya los que no consiguen espacios de promoción porque la industria no los considera suficientemente rentables; para estos los conciertos son directamente su pan y su sal. Y no nos engañemos, la inmensa mayoría de los músicos españoles, incluidos muchos muy conocidos, entran en esta categoría.
¿Podrían haber llegado a algo Lilly Allen o Artic Monkeys de no existir la posibilidad de descargar y compartir archivos de música rápidamente por internet? ¿Mienten los Radiohead cuando dicen que el disco que distribuyeron por internet gratis, aceptando donaciones, es el que mayor beneficio ha dejado tanto al grupo como al productor? Hablamos de beneficio neto a quien realiza el trabajo creativo; de quien se prescinde es de un mero intermediario. Se está tasando unos medios que enriquecen y posibilitan la creación artística, en beneficio de meros intermediarios.
Si yo cojo mi coche el fin de semana, me voy al campo y compro manzanas y huevos en una granja, mejora mi capacidad de elección del producto y además puedo descubrir productos que por su baja rentabilidad no llegan a los mercados de mi ciudad. Algunos cultivos dejarían de ser marginales al redescubrirlos la gente. A mi seguramente me salga más barato (descontando el precio del coche y la gasolina por supuesto) y al productor más rentable. ¿Quién sale perjudicado? El distribuidor, el mayorista y el minorista; los intermediarios. Según esta analogía, estos estarían en su derecho de percibir una tasa por cada coche vendido o por cada litro de combustible, ya que todo ciudadano puede usarlos para ir al campo a comprar.
Según esta analogía también, Ramoncín sería un ex-criador de pollos que ahora vive de montar barricadas en la carretera.